¿UN ALTAR DE SACRIFICIOS?
Aunque muchos consideran que la Piedra de Tízoc era un monumento conmemorativo, también se ha sugerido que fue un piedra donde se ataba a los cautivos destinados al sacrificio gladiatorio, en el que el prisionero, armado con armas inocuas, se enfrentaba a cuatro guerreros experimentados. Otra hipótesis es que fuera un o altar de sacrificios, donde se ofrecían los corazones de los sacrificados.
parentesco con el señor principal y éste debía elegir. Así pasó poco antes de la llegada de Cortés, cuando murió Nezahualpilli, señor de la segunda ciudad más importante del Imperio, Texcoco. Hubo tres pretendientes, cuyas madres pertenecían a la aristocracia de Tenochtitlán. Cuando Motecuhzoma apoyó a uno de ellos, Cacamatzin, los otros dos se enfadaron, aunque Motecuhzoma los pudo calmar. A la muerte de Cacamatzin en 1520, Motecuhzoma apoyó a Cohuanacochtzin, pero el tercer pretendiente, Ixtlilxochitl, no se conformó y se pasó al bando de Hernán Cortés, y con su apoyo se convirtió en señor de Texcoco.
Las otras dos partes del Imperio, Texcoco y Tlacopán, procedían del mismo modo, de forma que el sistema señorial se plasmó en lo que el antropólogo Pedro Carrasco llamó «entreveramiento de territorios»: en un mismo lugar podía haber señores súbditos de Tenochtitlán, otros señores súbditos de Texcoco y también súbditos de Tlacopán.
La economía del Imperio
El Imperio no se nutría sólo de tributos. El comercio estaba muy desarrollado, e incluso alguna región fue conquistada para favorecer la actividad de los comerciantes. Proveer a los habitantes de Tenochtitlán –entre 150.000 y 300.000– de los bienes que demandaban exigía una vasta red comercial. De tierras lejanas solían llegar productos de lujo, como el oro, la resina aromática del liquidámbar, las plumas preciosas, entre las que destacan las de quetzal, y el cacao. Los alimentos, las materias primas y los tejidos solían proceder de zonas próximas a la ciudad.
En definitiva, lo que sabemos de cada parte de la Triple Alianza depende de la documentación que nos ha llegado; sabemos más de Tenochtitlán porque no tenemos códices tributarios de Texcoco y Tlacopán. De ahí nuestra visión parcial del Imperio de la Triple Alianza, que no era el imperio de Tenochtitlán.
Muerte de Moquihuix
El señor de Tlatilulco, tras ser derrotado por Axayacatzin, se refugió en el templo de su ciudad y se suicidó arrojándose desde su cima.
Axayacatzin
El tlatoani aparece envuelto en un tilmatli blanco y con diadema azul. Arriba aparece el glifo de su nombre, «el de la máscara de agua».
Ciudad conquistada Se representa con un templo incendiado y destruido, a la derecha del glifo que indica su nombre; en este caso, un árbol de ocote para Ocoyacac.