Así cambiaron los héroes de los griegos
DestacadoDestacado helenista, Carlos García Gual nos conduce en este interesante libro por la paulatina transformación de la figura del héroe en la literatura griega. En la épica (siglos VIII-VII a.C.), los héroes, situados entre los hombres y los dioses, gozan por sus gestas de kléos, fama, que pervive a través de los tiempos, y areté, la excelencia que los hace dignos de perdurar en el recuerdo. De entre ellos destacan los más antiguos héroes arcaicos, dotados de poderes fabulosos, como Heracles, Perseo, Jasón o Teseo, y los héroes guerreros: Aquiles, Héctor y Odiseo (o Ulises). La tragedia (siglos VIIV a.C.), ejemplificada en las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides, no pretende despertar la admiración por las hazañas de los héroes, sino conmover a los espectadores con su sufrimiento, como lo hace la espantosa muerte de Heracles envuelto en una túnica envenenada, o la dramática peripecia de personajes como Antígona, Edipo o Medea. Con la comedia (siglos V-IV a.C.) triunfa un nuevo héroe: el personaje corriente que hace reír a sus contemporáneos, pero logra salvar a su ciudad, como lo hará Lisístrata. Por fin, la novela helenística (siglos I a.C.-II d.C.) tiene por héroes a jóvenes enamorados, que viven aventuras extraordinarias hasta que logran reunirse superando todas las amenazas. Ésta es, en palabras del autor, la historia de «la deriva del ideal heroico griego, desde la aurora épica hasta el crepúsculo novelesco».