La destrucción de un símbolo
LA NOCHE DEL 30 DE NOVIEMBRE de 1936, Henry Buckland (director del consejo de administración del Crystal Palace) y su hija estaban paseando a su perro en las inmediaciones del edificio cuando vieron un pequeño incendio. El fuego pronto se intensificó y se extendió a la totalidad del Palacio. A pesar de la intervención, esa misma noche, de 89 camiones de bomberos, con 438 hombres y 749 policías, al amanecer el edificio apareció devastado por las llamas. Las palabras de Winston Churchill al conocer la noticia revelan el impacto que produjo el suceso: «La destrucción del Crystal Palace marca el fin de una era».