LA FAUNA DE ÁFRICA VISTA DESDE ROMA

El famoso mosaico de Palestrina (la antigua Praeneste, al sur de Roma), realizado en el siglo II a.C., ilustra la curiosidad de los romanos por lo que ellos llamaban Etiopía, es decir, el África negra. En su Historia natural, Plinio informa sobre los mismos animales, mezclando datos ciertos con otros imaginarios.

1 SERPIENTE

«Sus clases son innumerables. Del cuerpo de las cerastas sobresalen unos cuernecillos, con frecuencia cuatro pares, con cuyo movimiento pueden atraer a las aves mientras tienen el resto del cuerpo oculto». En este caso, Plinio alude a la víbora cornuda.

2 CHIMPANCÉ

«Etiopía produce linces, abundantes por todas partes, y esfinges, de pelo fusco, con dos mamas en el pecho [...]. Las esfinges esconden su alimento en las bolsas de sus mejillas y después lo sacan con las manos para comerlo. Acumulan el alimento para un día o unas horas». Según algunos autores, la «esfinge» es en realidad el chimpancé.

3 DROMEDARIO

«Un cierto parecido con el camello se encuentra en dos animales. Los etíopes llaman a uno nabous, semejante al caballo en el cuello, al buey en las pezuñas y patas, al camello en la cabeza, con manchas blancas que realzan su color amarillo rojizo, por lo que se llama camelopardal». No está claro si se trata de un dromedario o un tipo de jirafa.

4 RINOCERONTE

«En los mismos juegos [organizados por Pompeyo] se vio también al rinoceronte, con un solo cuerno en la nariz [...]. Éste, el otro enemigo natural del elefante, se prepara para la pelea afilando su cuerno contra las rocas y ataca especialmente a su vientre, que sabe que es más vulnerable».

5 COCODRILO

«El Nilo engendra al cocodrilo, cuadrúpedo funesto y nocivo en tierra y en el río. Es el único animal terrestre que no usa la lengua, el único que muerde con su mandíbula superior móvil, acoplándose terriblemente las filas de sus dientes como un peine [...]. Pone huevos tan grandes como los gansos».

6 ESCALOPENDRA

Al hablar de la inteligencia de los animales acuáticos, Plinio el Viejo pone el ejemplo de un gusano marino parecido al ciempiés pero de mayor tamano, 28 cm. «Las escalopendras, cuando han tragado el anzuelo de los pescadores, vomitan todas las entrañas hasta que expulsan el anzuelo; después se las vuelven a tragar».