Un atlas para descifrar fronteras inexplicables
LasLas fronteras internacionales dependen de la geografía, sobre todo de la historia, pero a veces también del azar. El autor serbio Zoran Nikolic se ha paseado por los mapas de todo el planeta en busca de los confines más inusuales, los que desafían toda lógica física y política.
El catálogo es extenso y está lleno de curiosidades. Hay enclaves con potencial conflictivo, como demuestra la reciente guerra en Nagorno-Karabaj (un enclave armenio en Azerbayán) o las tensiones en Chipre. Pocos conocen, en cambio, rarezas como la ciudad casino italiana dentro de Suiza (Campione d’Italia, se llama), los pueblos alemanes separados de Alemania por una línea de ferrocarril belga, los múltiples enclaves étnicos uzbecos, tayikos o kirguises (algunos de los cuales «no está del todo claro que todavía existan»), la tumba de un sultán turco en Siria... Nikolic se fija también en las islas, como el condominio francoespañol en el Bidasoa, una isla caribeña franconeerlandesa o la isla de Man, legalmente no incluida en el Reino Unido. También señala las ciudades europeas partidas por fronteras y reunificadas gracias a la Unión Europea, como Gorizia o Fráncfort del Óder. Sin olvidar murallas fronterizas que surgen (la marroquí en el Sáhara) y se diluyen (el telón de acero sustituido en Alemania por un Cinturón Verde). Un libro que muestra que las fronteras nacen, mueren y, a veces, sobreviven a su razón de ser.