LA JOVEN ENTERRADA
en el yacimiento peruano de Wilamaya Patjxa fue sepultada con un ajuar funerario compuesto por puntas de proyectiles de piedra, un cuchillo, hojuelas para retirar los órganos internos de los animales cazados y herramientas para raspar o curtir pieles. En las imágenes que se muestran bajo estas líneas aparece el enterramiento con sus útiles de caza tal como se dispusieron junto al cuerpo. Según los investigadores, «los objetos que acompañan a las personas en la muerte tienden a ser los que los acompañan en vida».