EL PLAN DE VACUNACIÓN DE BALMIS
Huyendo de la invasión napoleónica a España, Balmis volvió a México en 1810 para seguir distribuyendo la vacuna en América. Allí redactó un detallado reglamento sobre cómo se debían administrar las vacunas.
GRATUITAS Y CON CITA PREVIA
Cada intendente o gobernador elegirá una pieza decente y cómoda de su alojamiento, adonde concurra el público a vacunarse gratuitamente el día que corresponda cada semana y que señalen los facultativos.
NO VACUNAR A MÁS DE LA CUENTA
Se tendrá cuidado en no admitir más número [de personas que vacunar] que el que por un cálculo prudencial corresponda a los que nacen en un año, a menos que no ocurriese el urgente caso de reinar las viruelas naturales, en el que se deben vacunar a cuantos se presenten.
CONTRA LAS FALSAS VACUNAS
Los medios que comúnmente se emplean de transportar el fluido vacuno en cristales, hilas, agujas y lancetas son insuficientes y han producido falsas vacunas, que han sido en todas partes del globo las que han dado lugar a las dudas y controversias que se han visto desde el principio, con perjuicio del crédito del más precioso descubrimiento de los siglos en favor de la humanidad.
CONDICIONES DE CONSERVACIÓN
Siendo constante que la acción del aire sobre el fluido vacuno lo deseca prontamente endureciéndole como el vidrio [...] pondrán sumo cuidado los vacunadores en no operar al aire libre ni entre puertas ni ventanas abiertas; pues basta la menor corriente de viento para inutilizar la mayor parte de las vacunaciones.
LOS EFECTOS SECUNDARIOS
Siempre que los que se vacunan padezcan o hayan padecido anteriormente cualesquiera especie de erupciones cutáneas, debe esperarse se les aumente considerablemente a pocos días después de la operación, por ser este medio del que se vale comúnmente la vacuna para purificar la masa humoral y restituir la salud en tales casos.
CONVENCER A LOS REMISOS
Aunque es de esperar que [...] no debe haber padre de familia que resista a la vacunación, con todo es necesario coadyuven a tan saludable empresa y empleen toda su persuasión el arzobispo, obispos, cabildos, párrocos, justicias y autoridades públicas y demás personas ilustradas.
IMPULSAR LA INVESTIGACIÓN
Al acto de vacunación pública [...] asistirán los dos profesores comisionados para examinar prolijamente el curso que ha seguido la vacuna en su desarrollo y anotar en un libro todas las particularidades dignas de atención, con lo que se llegará a formar un cuerpo de doctrina de la vacuna en América.