LOS DETERMINATIVOS
ADEMÁS DE SIGNOS con valor fonético e ideográfico, el sistema jeroglífico empleó un tercer tipo de signo que llamamos determinativos. Los determinativos no se leían, ni ideográfica ni fonéticamente, pero indicaban el campo semántico al que pertenecían las palabras. Por norma general se situaban al final de éstas, para ayudar a su lectura y comprensión. Así, la palabra «salir» (per) determinaba con el «movimiento» de las dos piernas la palabra «barco» (depet) se determinaba con una «embarcación» ; la palabra «rey» (nesu) se marcaba con la imagen de un «dios» con la barba sagrada, mientras que la palabra «buey» (iua) incorporaba la representación de un buey .
Algunos determinativos indicaban nociones abstractas. Por ejemplo, la idea de «civilización», asociada a Egipto y al mundo urbano, se escribía mediante el signo que representa una ciudad o poblado. Encontramos este mismo determinativo en palabras como «Egipto» (kemet). En cambio, el mundo exterior, y por extensión los «extranjeros», se expresaban mediante un signo que representaba unas colinas del desierto , y que encontramos en palabras como «desierto» (desheret).