LOS SERES HUMANOS
LA FIGURA HUMANA es el grupo temático menos frecuente en el arte rupestre, y en muchos casos no muestra caracteres físicos bien definidos, lo que ha llevado a definir sus representaciones como «cómicas», «fantasmagóricas» o «animalescas». Existen imágenes tanto masculinas como femeninas.
Las femeninas son las más frecuentes y aparecen abreviadas o completas. Entre las primeras destacan los genitales, el área pubiana y la vulva. Las segundas se representan a modo de siluetas o contornos de perfiles, y en ellas destacan las caderas, las nalgas y, en ocasiones, los senos. Incluso hay figuras esculpidas y exentas, como las llamadas venus, mujeres de rasgos anatómicos destacados que en muchos casos ejemplifican la relevancia de la mujer como elemento social clave para el mantenimiento y sostenimiento demográfico del grupo, lo que constituye todo un alegato metafórico por su papel como madres.
Por su parte, las representaciones masculinas son muy escasas, y comprenden desde formas genitales hasta imágenes completas, algunas en estado de erección. También las hay mixtas, en las que se combinan elementos humanos y animales que forman humanoides imaginarios, buscando una suerte de fusión entre ambos seres.