EN BUSCA DEL SIGNIFICADO
LAS EXPLICACIONES acerca del significado del arte rupestre se han planteado desde múltiples campos, como la etnografía, la neuropsicología, la semiología (el estudio de los sistemas de comunicación) o el estructuralismo (el estudio de las funciones de un elemento cultural en relación con otros).
La teoría del arte por el arte señala que el sentimiento estético y la creación artística son características humanas, por lo que la contemplación del arte paleolítico sería un mecanismo de deleite. Frente al carácter laico de esta interpretación existen otras que defienden un sentimiento de religiosidad. La teoría de la magia simpática propone que se realizaban rituales durante los cuales se pintaban animales y trampas para favorecer una caza fructífera. Incluso se ha propuesto que el ritual buscaría propiciar la fecundidad de los animales para disponer de un mayor número de presas.
El totemismo sostiene que los animales representados son el tótem de grupos humanos: evocan el ser del que desciende un clan o una tribu y constituye su emblema colectivo. Esta interpretación implica la existencia de fuertes vínculos sociales entre grupos, al igual que la teoría que interpreta algunos signos como «marcas identitarias», por lo que su dispersión geográfica revelaría la extensión territorial de los grupos paleolíticos.
El enfoque estructuralista constató un orden en la distribución y asociación de motivos, como un código simbólico con una lógica propia. Esta visión derivó en la teoría sexual, según la cual las figuras se vinculan por parejas, una dualidad vista desde la relación «masculino + femenino», en la que el género masculino estaría representado por los caballos y los signos simples o «abiertos» (como aflechados y líneas), y el género femenino por los bisontes y los signos «cerrados» (como círculos y elipses).
El chamanismo, ligado a procesos de trance que alteran el sistema nervioso y la conciencia debido a la fatiga, la inanición y la ingestión de drogas, defiende que durante esa alteración el chamán tendría alucinaciones que transpondría gráficamente en las paredes, y así se crearían animales fantásticos, humanos transformados
en animales y signos complejos. En esta teoría, los soportes –las paredes– tienen un papel activo que sirve al chamán para conectarse con el más allá, con el mundo de los espíritus. Esta variedad de interpretaciones muestra las dificultades de usar un solo enfoque para descifrar el porqué y el para qué del arte paleolítico, más aún cuando un mismo motivo puede tener varios significados. Lo que sí es evidente es que los conjuntos rupestres responden a una planificación, resultado de un proceso reflexivo en el que se decidió qué pintar, dónde hacerlo y cómo disponer los motivos. Y también parece seguro que el lugar en el que se plasmaron, ya fuese una cueva, un abrigo o al aire libre, tuvo una dimensión simbólica para los grupos humanos; nos hallaríamos ante un espacio simbólico monumentalizado con los motivos que se ejecutaron en él.