EXPUESTA A TODAS LAS VEJACIONES
JUANA FUE MALTRATADA en la cárcel. Se dijo que se había fabricado una jaula de hierro para encerrarla en ella, lo que es incierto. Pero la encadenaban al caer la noche y dentro de su celda siempre había tres o cuatro carceleros. Estaba indefensa ante agresiones físicas, como el intento de apuñalamiento que sufrió la noche del 13 de mayo, cuando entró en su celda un grupo de nobles ingleses y borgoñones, posiblemente ebrios. Y también ante cualquier agresión sexual por parte de sus guardianes o como la que, después de su abjuración en Saint-Ouen, tal vez protagonizó un importante señor inglés de Ruan. A ello se añadía la tortura psicológica: siendo una creyente fervorosa, el obispo Cauchon le negó la misa y la comunión, quizá con la idea de que, para recibirla, la muchacha se confesara culpable.