TESTIGOS DE LA MUERTE
DeDe los principales memorialistas del cautiverio de Napoleón en Santa Elena, los únicos que se quedaron para atestiguar la agonía del emperador fueron Bertrand y Montholon. Sus memorias, junto a las de Antommarchi y del mameluco Saint Denis (llamado Alí), son las fuentes principales sobre los últimos días de Napoleón. Aunque sus relatos concuerdan en lo esencial, hay alguna diferencia. El general Bertrand redacta a diario sus notas, difíciles de descifrar; el chambelán Montholon escribe más adelante y a veces se limita a copiar los textos anteriores; Alí también cuenta su versión mucho después, y el relato de Antommarchi es exculpatorio y poco fiable.