SANTA SOFÍA, EL SÍMBOLO DE BIZANCIO
TRAS UN INCENDIO que arrasó un templo anterior, en 532 el emperador Justiniano mandó construir la nueva basílica de Santa Sofía. Con sus extraordinarias cúpulas y sus relucientes mosaicos, esta grandiosa construcción se convirtió en el símbolo del Imperio bizantino durante un milenio. También fue el último refugio de los defensores de Constantinopla en su desesperada e inútil resistencia al asedio otomano en 1453.