La señora de Complutum
Los arqueólogos han unido los fragmentos de una pintura mural, localizados en 2012, y han logrado recomponer el retrato de una mujer
LaLa antigua ciudad ro-mana ro-mana de Complutum, situada en el término municipal de la actual Alcalá de Henares, en la Comunidad de Madrid, fue fundada a principios del siglo I d.C., durante el gobierno del emperador Augusto. De este período data precisamente una gran casa señorial que se alzó en su día en la ciudad, conocida como la Casa de los Grifos, que debe su nombre a las pinturas de estos animales mitológicos, mitad águila y mitad león, que decoraban los muros de una de sus estancias. Esta residencia que se hallaba cerca del foro nos ha legado una espléndida colección de pinturas murales.
Precisamente en esta magnífica domus, los arqueólogos arqueólogos descubrieron en 2012 algunos fragmentos de pinturas murales que se habían desprendido de las paredes de varias estancias debido al paso del tiempo.
Aparece una dama
Tras años de minuciosos estudios y de intentar reunir pacientemente todos los fragmentos, la arqueóloga arqueóloga Ana Lucía Sánchez ha logrado reconstruir el retrato de una mujer (posiblemente el primer retrato histórico hallado en la zona) que observa directamente al espectador. «Es una pieza muy interesante porque forma parte de un conjunto más amplio de una habitación de la Casa de los Grifos. Se trataría de una pequeña estancia que, según nuestra hipótesis actual, hacía las veces de sala de recepción para reuniones intelectuales y religiosas de la propietaria de la casa, quien, además, posiblemente, sería la señora del retrato», afirma el jefe del servicio de arqueología de Alcalá de Henares, Sebastián Rascón. «El primer hallazgo físico de este retrato lo encontramos cuando hacemos la excavación del año 2012, que fue una intervención del Ayuntamiento. El trabajo de investigación lo dirigió dirigió Ana Lucía Sánchez, nuestra arqueóloga en los trabajos de restauración. Pero es un trabajo muy lento porque cuando recuperas la pintura mural de una habitación tienes un nivel de fragmentación muy grande. Es, en realidad, un puzle gigantesco que te va dando una idea
de lo que tienes según lo vas completando», continúa Rascón.
No sólo se ha recuperado el retrato de esta antigua domina o señora, que según los investigadores fue muy probablemente la propietaria de la casa y un personaje muy importante en su comunidad; también se ha podido rehacer otra pintura: una imagen del rostro de Baco, el dios romano del vino, que fue descubierta en esta misma habitación. En el zócalo zócalo inferior de la estancia también han aparecido algunas pinturas que representan a otros personajes, aparentemente divinidades y animales fantásticos.
Una mansión lujosa
Esta domus fue una mansión de grandes dimensiones, que ocupaba una superficie de 30 x 30 metros (unos 900 metros cuadrados), a los que habría que sumar además una taberna taberna y dos pórticos de dos metros de ancho en las fachadas oeste y sur. Hasta la fecha, los arqueólogos han localizado diecisiete habitaciones en esta residencia. El centro del edificio, como en cualquier otra casa romana típica, está ocupado ocupado por un peristilo (una galería de columnas) con jardín, rodeado por un pasillo porticado. La mayoría de las estancias de la casa se abren a esta luminosa zona. En la domus se han localizado varios cubículos (estancias privadas o dormitorios), un tablinum (un ambiente donde el propietario de la casa recibía las visitas de sus clientes), un oecus o triclinium (una gran sala que a menudo se usaba como comedor principal), y otras habitaciones con una clara función artesanal y comercial. Los arqueólogos creen que futuras excavaciones excavaciones en esta rica mansión sacarán a la luz nuevos e interesantes hallazgos.