El secreto de los guantes perfumados
EN ESPAÑA, los guanteros, perfumeros y agujeteros (fabricantes de pieles para guantes) formaron un mismo gremio cuyas ordenanzas fueron aprobadas en Madrid en 1674. Cada uno de ellos tenía una función claramente delimitada.
Los guanteros fabricaban los guantes y los perfumeros proporcionaban las ESENCIAS necesarias para aderezar las pieles. El proceso era laborioso y en él se utilizaban sustancias como el almizcle, el agua de azahar, el vinagre, el ámbar gris o el aceite de almendras. En el
inventario de don Fernando de Valenzuela (1677), ministro durante el reinado de Carlos II, figura una partida dedicada exclusivamente a «los guantes de ÁMBAR y de Roma», que fueron tasados por el guantero de cámara de Su Majestad en cerca de 7.000 reales.