LA OSCURA SOMBRA DE APIS
EN 1914, Dragutin Dimitrijevic aún albergaba en su cuerpo tres balas que había recibido en 1903, cuando él y otros militares asesinaron y mutilaron al impopular rey Alejandro I y su esposa, poniendo en el trono a Pedro I Karageorgevic. Desde entonces, los conspiradores se habían convertido en un poder fáctico dentro del Estado serbio, más aún tras fundar en 1911 la Mano Negra, cuyo primer objetivo tras las guerras balcánicas era la liberación (o, en otras palabras, la incorporación a Serbia) de Bosnia y Herzegovina, donde fomentaba la actividad guerrillera contra los austrohúngaros.