LAS RUTAS DEL CAMINO MEDIEVAL
EN EL SIGLO XII, los peregrinos a Santiago tenían tres rutas de entrada de la Península: la aragonesa, por Somport y Jaca; la navarra, por Roncesvalles y Pamplona, y la vasca, a través de Bayona y San Sebastián. Las dos primeras confluían en Puente la Reina y proseguían en un solo itinerario a través de Estella y Nájera hasta llegar a Burgos, donde el camino vasco se unía a la ruta principal. De ahí se continuaba por León y Ponferrada, entre otras localidades, hasta llegar a Santiago. A lo largo del camino, los peregrinos encontraban una sucesión de hospitales y monasterios para pernoctar y descansar.