EL FLECHAZO
TRAS LA MUERTE de César, Marco Antonio se trasladó a Tarso, en Asia Menor, y envió un mensaje a la reina de Egipto con el objetivo de entrevistarse con ella. Cleopatra, dispuesta a asombrar al romano, llegó a la ciudad a bordo de un lujoso navío, sentada bajo un dosel dorado y vestida como la diosa Afrodita. El espectacular banquete que la reina ofreció a continuación al triunviro lo acabó poniendo a sus pies. Antonio ya no podría vivir sin Cleopatra.
CLEOPATRA LLEGA A TARSO. ÓLEO POR LAWRENCE ALMA-TADEMA. 1885.