¿UNA COBRA O UN ALFILER ENVENENADO?
CómoCómo pudo entrar una cobra en una sala vigilada por centinelas? Dion Casio y Plutarco ofrecen varias versiones: un campesino la trajo escondida en una cesta de higos para la reina, o bien estaba oculta en una hidria, una jarra de agua, y Cleopatra la hizo salir pinchándola con una varilla de oro.El problema es que una cobra no parece muy fiable como herramienta de suicidio, contando con que además debía servir para dar muerte a las dos esclavas. El áspid podía resistirse a morder a sus víctimas, o no inocularles suficiente ponzoña. Además, su veneno habría causado convulsiones, contracciones faciales y otros efectos poco decorosos e impropios para el final de una reina. Tanto Dion Casio como Plutarco se hacen eco de otra historia: la misma Cleopatra se habría clavado un alfiler que llevaba oculto en el cabello y que antes había untado en un veneno que, al contacto con la sangre, causaba una muerte rápida e indolora, tal como había estado buscando la reina con sus experimentos previos. Esta última versión parece la más verosímil. En cualquier caso, como ocurre con tantos misterios de la Antigüedad, a falta de pruebas materiales, historiadores y estudiosos tendrán que conformarse con seguir barajando hipótesis sobre la muerte de esta fascinante mujer.