RELACIONARSE CON LOS DEMÁS
Los hombres han nacido los unos para los otros. Instrúyelos o sopórtalos (VIII, 59). Reconsidera este juicio: los seres racionales han nacido el uno para el otro, la tolerancia es parte de la justicia, sus errores son involuntarios (IV, 3). Pasa el resto de tu vida como persona que has confiado, con toda tu alma, todas tus cosas a los dioses, sin convertirte en tirano ni en esclavo de ningún hombre (IV, 31).