BAJO EL PODER DE CHINA
EL DOMINIO DEL DELTA DEL RÍO ROJO permitía a China controlar los recursos naturales de la región (metales preciosos, elefantes, perlas) y varios puertos fundamentales de las rutas marítimas que enlazaban con Indonesia, la India y el Próximo Oriente, así como la importante producción agrícola de la región. Justamente las exigencias fiscales chinas desencadenaron la rebelión liderada por las hermanas Trung.