LAVIDA EN UN CASTILLO
A MEDIADOS DEL SIGLO XII, Enrique II de Inglaterra reconstruyó un castillo preexistente en Scarborough, en el noreste de Inglaterra, para convertirlo en una poderosa fortaleza real. Situado en un promontorio costero, el núcleo del complejo era una imponente torre o keep, con muros de cuatro metros de grosor, terminada en un adarve 1 y cuatro torretas 2 de casi 30 m de altura. Los reyes ingleses lo acondicionaron para que les sirviera de residencia durante sus estancias en la zona. Los diversos pisos estaban comunicados por escaleras y pasajes, y comprendían un almacén 3, dos grandes salas reservadas para recepciones 4 o comidas 5 y una capilla 6. La reconstrucción junto a estas líneas muestra el posible aspecto del edificio hacia 1400.