UN PLAN DE FUGA METICULOSO
EN SUS MEMORIAS, William Craft recordaba cómo había urdido el plan con Ellen: «Los esclavistas tenían el privilegio de llevar a sus esclavos a cualquier parte del país que quisieran, así que se me ocurrió que, como mi mujer era casi blanca, se podía hacer pasar por un caballero impedido y mi dueño, eso nos permitiría escapar […]. Visité distintos puntos de la ciudad a distintas horas, y fui comprándolo todo, pieza a pieza (excepto los pantalones, que Ellen quiso hacer) y lo llevé a la casa donde residía mi esposa [...]. Cuando nos pareció que lo teníamos todo, fijamos el día de la fuga».