EL ARTE DE CONVERSAR
LAS REUNIONES en el palacio de la marquesa de Rambouillet en París se hicieron famosas por las conversaciones animadas y placenteras. «Aquí no se habla de manera docta, sino razonable, y no puede hallarse más sentido común ni menos pedantería», afirmó el literato Guez de Balzac a partir de lo que le dijeron sus amigos.