LA ESFINGE RESURGE
los visitantes que llegaban a Egipto veían la Esfinge cubierta de arena hasta el cuello. El francés André Thévet, en su Cosmografía de Levante, publicada en 1556, la describe como «la cabeza de un coloso». Desde el siglo XIX, los arqueólogos trataron de despejar de arena el monumento para estudiarlo, pero ésa era una tarea hercúlea. En 1817, Giovanni Battista Caviglia excavó su parte frontal, descubriendo la famosa estela de Tutmosis IV y las escalinatas monumentales de época romana. En las décadas siguientes, otros arqueólogos trabajaron en el lugar. Fue el francés Émile Baraize quien emprendió en 1923 la tarea de desenterrar por completo la Esfinge, un trabajo que duró casi diez años.