Templos provistos de bibliotecas
EN EL EGIPTO FARAÓNICO existía la tradición de conservar textos en palacios y templos. Hecateo de Abdera, un contemporáneo del rey Ptolomeo I, afirmaba en sus Historias de Egipto (obra perdida, pero que conocemos a través de Diodoro de Sicilia) que en el mausoleo de Ramsés II existía una biblioteca de textos sagrados con una inscripción que la identificaba como el «Lugar del Cuidado del Alma». Este sugerente nombre no es una alusión a los beneficios de la lectura, sino que obedece a que los libros sagrados eran conocidos en el antiguo Egipto como «almas de Re» y se custodiaban en las «Casas de la Vida», unas estancias repletas de imágenes de dioses donde los sacerdotes realizaban los rituales.