La brujería, fantasma de la misoginia ancestral
Combinando su formación científica (es catedrática de Química Inorgánica) y su sensibilidad feminista, Adela Muñoz Páez se adentra en su último libro en uno de los capítulos más polémicos de la historia de las mujeres: la brujería. Se trata de un fenómeno que no se explica por una sola razón; de hecho, la brujería fue a la vez producto de la mentalidad mágica popular, una manifestación de marginación económica, a veces un resultado de alucinaciones o de enfermedad mental y también una construcción imaginaria por parte de los teólogos y las autoridades judiciales que lanzaron los procesos de caza de brujas.
Basándose en las descripciones de los tratadistas de la época medieval y moderna, Muñoz Páez explica cómo era un aquelarre típico: el día de la semana en que se celebraba (el jueves parece que era el preferido), ritos como el «beso infame», los pasteles mágicos con carne de niños sin bautizar que supuestamente comían las brujas... Relata también los principales episodios de caza de brujas en la Edad Moderna y dedica un interesante capítulo al saber médico femenino de muchas mujeres perseguidas por brujería, a menudo comadronas acusadas de crímenes demoníacos porque los demonios «actúan por medio de las mujeres, y no de los hombres», según decía un texto del siglo XV. Una historia de la brujería que es también una exploración de las raíces de la misoginia.