UN POBLADO MESOLÍTICO
EN UN DESFILADERO
Lepenski Vir se encontraba en la orilla derecha del Danubio, al este de Serbia, en la garganta de Gospodin Vir, una de las tres que forman el imponente desfiladero de las Puertas de Hierro.
El hábitat mesolítico se caracteriza por la tendencia a la creación de asentamientos permanentes por poblaciones con baja movilidad (es decir, que ya no se desplazaban continuamente en busca de su sustento). Uno de los poblados mesolíticos más famosos es Lepenski Vir, a orillas del río Danubio, en Serbia, en un entorno de gran riqueza natural, sobre todo piscícola. Corresponde a un grupo de comunidades conocidas como los «pescadores del Danubio». Representa un modelo de poblamiento iniciado hace 10.500 años y que perduró hasta hace 7.000, cuando la economía basada en la agricultura, así como la producción de cerámica, ya estaban bien establecidas. Las cabañas, al menos unas 70, son el mejor ejemplo de ello. Orientadas al río, tenían forma trapezoidal y estaban semiexcavadas en la tierra. Las delimitaba un zócalo de piedra, y sus paredes y techo estaban construidos con palos o «vigas» de madera cubiertas por ramaje y pieles. Los suelos estaban preparados con tierra apelmazada y a veces cubiertos de ocre, y tenían un hogar rectangular, delimitado por piedras. Todas las cabañas, muy similares, repiten un mismo modelo, lo que sugiere una planificación y –por qué no– la actividad de personas con conocimientos especializados. En la zona central de algunas de ellas se han recuperado pequeñas esculturas humanas con rasgos que recuerdan a peces. Se trata de una simbología vinculada a una de las fuentes principales de la subsistencia de aquella comunidad: la pesca y el valor del río. Las casas no solo eran viviendas, sino que tenían un valor simbólico, ya que bajo ellas se solía enterrar a los difuntos, a veces desarticulados antes de su inhumación.
LEPENSKI VIR
ESCULTURAS ENIGMÁTICAS
En las viviendas de Lepenski Vir aparecieron numerosas esculturas talladas en grandes cantos de arenisca, que no superan los 60 cm de altura. Son representaciones de aspecto antropomorfo pero con rasgos de pez, con ojos saltones, anchas bocas redondeadas y escamas. De entre ellas destaca la conocida como Antepasada (51 x 39 cm), bajo estas líneas, en la que se aprecian los atributos físicos femeninos, muy esquemáticos.
LA APARICIÓN DE LAS PRIMERAS ALDEAS
El poblado se extendía sobre una superficie de 5.000 m2. Las viviendas se edificaron sobre una terraza fluvial que descendía hacia el Danubio, y el conjunto se distribuía en forma de abanico. Tenían planta trapezoidal, es decir, en forma de un cuadrilátero con los lados distintos, en el mayor de los cuales se abría la puerta, que en todos los casos estaba orientada hacia el río. Se trataba de construcciones caducas, por lo que tuvieron que ser objeto de frecuentes arreglos.