Alexandra Kollontai, la revolución en femenino
Pionera del feminismo dentro del socialismo ruso, Alexandra Kollontai se convirtió en la única ministra del primer Gobierno de Lenin tras la revolución bolchevique de 1917
Sean cuales sean las tareas de las que me encargue en el futuro, la liberación completa de la mujer trabajadora y la creación de una nueva moral sexual serán siempre el fin más importante», afirmaba Alexandra Kollontai en su autobiografía, publicada en 1926. Su vida había dado muchas vueltas, pero la revolucionaria insistía en que la causa de las mujeres era su principal preocupación.
Su madre, hija de un campesino finlandés que había hecho fortuna, había abandonado a su primer marido y se había casado con Mikhail Domontovich, un militar de familia aristocrática y de ideas liberales, que fue el padre de Alexandra. Esta, nacida en 1872, en San Petersburgo, creció en una atmósfera de libertad que la estimuló a interesarse por todo lo que ocurría a su alrededor.
Pero esta libertad tenía límites: su familia se negó a que fuera a la universidad y a que se casara con Vladimir Kollontai, de quien se había enamorado con 19 años, ya que no lo consideraban adecuado para su posición. La obstinada Alexandra no dio su brazo a torcer. En 1893 se casó con Vladimir, con quien tuvo un hijo, Mikhail. Pero al poco tiempo descubrió que la vida exclusivamente familiar reservada a las mujeres la asfixiaba: «La dichosa existencia de ama de casa y esposa se convirtió en una especie de jaula», afirmó en su autobiografía.
Aun así, fue en ese período cuando adquirió una conciencia política. Alexandra solía acompañar a su marido a una fábrica en la que tenía que desarrollar un trabajo, y allí quedó impactada por las condiciones de sus trabajadores. «No podía llevar una vida feliz y pacífica si el pueblo obrero era esclavizado de forma tan inhumana», recordaría más tarde.
Una doble subordinación
Alexandra rompió con su marido –aunque siempre conservó su apellido– y, dejando a su hijo pequeño con sus padres, marchó a la Universidad de Zúrich, dado que en Rusia las mujeres tenían prohibido acceder a los estudios superiores. En Suiza escribió varios artículos sobre la situación de la clase obrera en Finlandia, que le permitieron ganar fama y hacer con
Alexandra Kollontai quedó impactada por la represión de las protestas de 1905 en Rusia