LA PIRÁMIDE COMO MONTAÑA SAGRADA
UNA PUERTA AL INFRAMUNDO
En el pensamiento de los pueblos mesoamericanos aparece a menudo una montaña sagrada con una cueva en su interior. Es el lugar del que proceden los linajes fundadores, de donde provienen los seres humanos y a donde se regresa tras la muerte. Las pirámides mayas evocan ese espacio mítico de diversos modos. Por un lado, como el territorio maya carece de montañas –salvo la región de las Tierras Altas–, las pirámides servían para recrear artificialmente el montículo primigenio. En su cúspide se situaba la entrada simbólica al inframundo, y el acceso a este se representaba por los escalones (generalmente nueve) en las vertientes de la pirámide, como se observa en El Castillo, en Chichén Itzá.
asimismo, los cronistas españoles de los siglos XVI y XVII observaron que en las proximidades de las pirámides solían encontrarse tanto una cueva en la que se llevaban a cabo diversos cultos como cenotes, pozos de grandes dimensiones considerados sagrados, en los que se hacían ofrendas y que los mayas creían que eran entradas al inframundo.
los arqueólogos han demostrado que la vinculación entre las pirámides y las cuevas y cenotes sagrados es más profunda de lo que se creía. Hoy se piensa que un gran número de pirámides se asienta sobre algún tipo de cueva, canal o espacio acuático, como los cenotes. Así, la gran pirámide (Estructura II) de la ciudad de Calakmul (México) tiene en su interior una cueva artificial con bóveda de cañón. Asimismo, mediante las técnicas de tomografía y georradar se han descubierto cuevas o cenotes bajo un gran número de pirámides, entre ellas El Castillo, la pirámide central de Chichén Itzá. En los últimos años también se ha advertido que bajo el templo de las Inscripciones de Palenque fluye un curso de agua.
LA PIRÁMIDE SOBRE EL CENOTE
En Chichén Itzá hay varios cenotes, pero el que revistió una dimensión sagrada fue el Gran Cenote, un pozo de 60 m de diámetro y 13,5 de profundidad. Está conectado por un sacbé o camino con la gran plaza en la que se alza El Castillo la gran pirámide de la ciudad, a
300 m de distancia. En 2015, los arqueólogos descubrieron que justo debajo de El Castillo hay otro cenote
de grandes dimensiones: tiene entre 25 y 30 m de ancho y alrededor de 20 m de profundidad.