UNA JUNTA DE MÉDICOS SOBRE LA PESTE EN 1370
PARA DEBATIR sobre las causas de la peste y lo que podía hacerse para combatirla se organizaron comisiones que reunían a todos o casi todos los médicos que ejercían en una ciudad. En noviembre de 1370 fueron convocados en el convento de los franciscanos de Barcelona todos los médicos –cristianos y judíos– para encontrar la razón por la que la peste se había propagado por Cataluña. Se encomendó a dos doctores de gran renombre, Joan de Fulgines y Arnau
Germà, que dirigieran un equipo que debía
«compilar y poner por escrito la causa de las enfermedades que hoy están en dicha ciudad». Desgraciadamente, no nos ha llegado ninguna noticia de las conclusiones de tan notorio encuentro de profesionales de la medicina. Lo que sí sabemos es que esa misma actitud se repitió con posterioridad en otros escenarios. y la enfermedad. Por eso se consideró que las epidemias eran producto de la ira divina, un castigo enviado para corregir las malas acciones de los cristianos.
Esta creencia no se daba únicamente en relación con la peste. Cualquier enfermedad era vista como un castigo divino por los pecados de los hombres. Esta conexión entre pecado y enfermedad hacía que las autoridades civiles velaran por evitar que se cometieran los pecados más graves y que más podían irritar a Dios, en particular por parte de grupos marginales como los judíos, las prostitutas y los proxenetas, los jugadores de naipes, los blasfemos y los sodomitas.
Por el mismo motivo, cuando se producía un brote de peste era fácil que estos mismos grupos se convirtieran en chivos expiatorios. Así, durante la peste de 1347-1353, numerosas juderías fueron asaltadas. Los judíos vieron con impotencia cómo sus bienes eran confis
A la derecha, recreación de la quema de judíos de Estrasburgo en febrero de 1349. Óleo por Émile Schweitzer. 1894.
cados y destruidos, y muchos fueron asesinados de forma despiadada. El episodio más emblemático ocurrió en febrero de 1349 en Estrasburgo, donde cientos de hebreos fueron quemados vivos.
Explicaciones científicas
Aunque la creencia más extendida era que la peste tenía un origen divino, hubo un colectivo que se interrogó por las causas naturales de aquella calamidad. Eran los médicos. Como adeptos de la «filosofía natural», los médicos se dedicaban a estudiar las leyes de la naturaleza, las cuales constituían las «causas segundas» que regían el mundo al margen de la mano de Dios. Les correspondía, por tanto, estudiar los fenómenos que ocurrían sobre la Tierra y determinar las causas racionales que los provocaban. Así lo hicieron con la peste negra que se abatió sobre Europa en el siglo XIV.
Los médicos apoyaron su investigación en la consulta y reflexión sobre los textos clásicos de medicina y en la discusión entre los expertos, pero también trataron de obtener información sobre el origen del mal