SIEMPRE DIVINOS DE LA MUERTE
MÁS ALLÁ DE LA ESTÉTICA
Cuidar la apariencia no tenía nada de frívolo. A los grandes personajes se les enterraba con sus mejores galas o se les confeccionaban prendas fúnebres rituales, como este atrevido vestido de cuentas del Museu Egipci de Barcelona, parte de la muestra “Moda y belleza en el antiguo Egipto”, que puede visitarse hasta el 20 de julio. Los frascos de perfume y maquillaje podían ser útiles en la otra vida, y los espejos, que se asociaban al disco solar, les ponían en contacto directo con divinidades como Horus, Ra y Hathor. Muchas joyas eran también amuletos, como el ankh, símbolo de vida, el escarabajo, que facilitaba la resurrección, o el udyat, ojo de Horus que protegía a los difuntos.
MATERIA DE DIOSES
Nefertum, dios guerrero que debía proteger Egipto de sus enemigos, tenía también a su cargo la elaboración de perfumes y ungüentos. La flor de loto, símbolo de inmortalidad, aparece siempre sobre su cabeza. Seshat, diosa del pensamiento, la ciencia y la escritura, lo era también del maquillaje. Anotar una transacción y delinearse un ojo requerían la misma habilidad con el pincel, y a ambos gestos se les asignaba una importancia semejante. De hecho, algunas mujeres desempeñaban simultáneamente la profesión de escriba y la de maquilladora.