ETIMOLOGÍA IMPOSIBLE
Mil orígenes (y ninguno claro) para el nombre de Chicago
Antes de los potawatomi, habían habitado la zona otras tribus, como los indios miami o los illinois (a quienes debe su nombre el estado). En la lengua de los miami, según la Encyclope diaofchicago, la palabra shikaakwa significaba “ajo salvaje”. Los nativos la usaban para referirse a aquella región, donde abundaban estas plantas (el Alliumtricoccum). Fue un explorador francés, Robert de Lasalle, quien transcribió la voz como Checagou hacia 1679, dando lugar a la versión más extendida sobre el origen del nombre de la ciudad.
¿EL RÍO O EL JEFE?
Pero numerosas fuentes indican cosas distintas. Una dice que, en el lenguaje de los menomini, el nombre del ajo salvaje era sikakushia, por lo que llamaban Sikako al río de esta región (el Chicago). Nada que ver con lo que publicó en 1856 la escritora e historiadora Juliette A. M. Kinzie, cuñada de uno de los primeros colonos del lugar. Según ella, una antigua carta de 1726 aparecida en Francia ya denominaba al lugar Chica-goux, y varias tribus confirmaron que se trataba del nombre de un antiguo jefe indio de la zona. La traducción, según la mayoría de los nativos, era “grande y fuerte”.
¿EL TRUENO O LA MOFETA?
En Chicago: thehistoryo fitsreputation (1929), los periodistas Henry J. Smith y Lloyd Lewis dan más alternativas, pero sin especificar a qué tribu corresponde cada término. Todos ellos eran, según alguna fuente, el origen del nombre de la ciudad: Chickagou, “ajo salvaje”; Shecaugo, “zona acuática de recreo”; Chocago, “derrocar” o “destituir”; Shegahg, “mofeta”; y Ci-cagou, “trueno”.