HISTORIAS DE AMOR Y ASESINATOS
La visita de Agatha Christie al yacimiento de Ur propició el segundo matrimonio de la escritora y un relato de suspense.
OBJETO DE COMIDILLA
Leonard Woolley solía invitar a personalidades a visitar Ur, una estrategia publicitaria que le servía para recaudar fondos. Agatha Christie (abajo) fue una de las que aceptó su propuesta y visitó el yacimiento en 1928. Fue un viaje provechoso. Allí se enamoró de Max Mallowan, ayudante de Woolley, con quien se casó dos años después. El matrimonio sería la comidilla de la sociedad más puritana, pues ella, de 38 años, superaba en 14 a su marido. Incluso Katharine Woolley, esposa y también ayudante de Leonard Woolley, no se recató en afirmar que la presencia de Christie en Ur era inadecuada. Mallowan excavó en Ur durante seis campañas, tras lo cual pidió el traslado para estar junto a su esposa. En lo sucesivo, ambos compartirían numerosas expediciones, en las que ella limpiaba y catalogaba vestigios.
LA MUJER FATAL
Su experiencia en Ur inspiró a Christie la novela Asesinato en Mesopotamia (1936). No fue necesario que Mallowan confirmara en sus memorias que el personaje de Louise Leidner, la histérica mujer del arqueólogo asesinada en los primeros capítulos, se basaba en Katharine Woolley.