SITUACIONES ESPECIALES
La buena noticia es que los niveles elevados de aluminio, los únicos peligrosos (no así, ni mucho menos, la exposición habitual), solo se han detectado en contextos específicos. Por ejemplo, en el aire y el agua de las minas y refinerías de esta sustancia, donde se toman precauciones especiales, o al tomar medicamentos con una alta concentración de la misma.