ECOLÓGICO
El aluminio, por lo demás, resulta tan seguro que incluso se emplea para fabricar tecnología aséptica. Así, aparatos, contenedores y tubos para uso químico y farmacéutico, o recipientes criogénicos por su buen comportamiento (mejor que el del acero) a temperaturas de hasta 200 oC bajo cero. Todo esto sin contar su eficiente conductividad eléctrica ni su barato reciclaje, veinte veces más económico en términos energéticos que obtener el metal de minerales. Abajo, fábrica en Point Henry (Australia) de Alcoa, una de las compañías líderes en la producción de aluminio.