La muy errónea cuestión femenina
EL SISTEMA REPRODUCTIVO, A IMAGEN Y SEMEJANZA DEL DE LAS VACAS
“CORNUDAS” POR ERROR
El tratado que tenía en mente Leonardo incluía dibujos específicos para el cuerpo femenino. El dibujo de la derecha recoge aceptablemente la situación y morfología de los principales órganos… si solo tenemos en cuenta la mitad superior, la que hombres y mujeres comparten. La inferior tiene problemas graves. O, mejor dicho: vacunos. El útero, con dos pares de “cuernos” a cada lado, es el propio de una vaca. Bien porque no encontró un cadáver femenino, bien por otra razón que desconocemos, Leonardo asumió el por entonces extendido pensamiento de que la anatomía de los mamíferos era básicamente la misma en cualquier especie, con diferencias en proporciones y ubicación exacta de los órganos. Además de vacas, Leonardo diseccionó y dibujó partes de monos, perros, caballos, osos y probablemente cerdos.
EL SENO MATERNO
El florentino estudió detalladamente la gestación de los terneros y, erróneamente, también la asimiló a la de los huma- nos. En el dibujo inferior, uno de los más famosos y uno de los pocos en que utilizó varios colores, se aprecia que el bebé está rodeado por una placenta múltiple propia de las vacas, cuando los humanos solo tienen una. Da Vinci no escondió la procedencia de sus estudios, pues en la hoja se puso un recordatorio de “obtener las placentas de los terneros cuando nazcan”. En el texto que acompaña el dibujo se puede leer que Leonardo creía que “una sola alma gobierna estos dos cuerpos [el de la madre y el bebé]” y que ambos compartían “deseos, miedos y dolores”. De esta conexión derivaba, según él, que aparecieran las manchas que conocemos como antojos en la piel de los pequeños y que madre e hijo pudieran morir a la vez de un “gran terror”.
¿POR QUÉ DEL REVÉS?
Leonardo, por cierto, escribía de manera invertida para que no se le corriera la tinta, como les sucede a los zurdos, sostiene Martin Clayton, conservador de la Royal Collection. Nada que ver con códigos secretos.