UNOS DISEÑOS CON CHISPA
Hubo tiempos en los que tener interruptores de la luz en casa no solo no se daba por sentado, sino que no se contemplaba. La publicidad hizo su magia.
La electricidad se vendía como un suministro energético limpio, eficiente, fuente de luz brillante y moder no, muy moder no. Esto últ i mo lo tenían clarísimo las empresas suministradoras de energía y material. A principios del siglo xx emplearon a los más vanguardistas diseñadores y pintores para anunciar y vender un producto que había sido muy bien recibido para el alumbrado público, pero al que costaba entrar en el ámbito doméstico. El MoMA de Nueva York ha rebuscado en sus bóvedas para repasar ese histórico nicho publicitario en “Electric Currents”, muestra abierta hasta el 30 de septiembre. LA BOMBILLA es la estrella internacional, presente en carteles de la holandesa Philips, las alemanas AEG (cuyo póster de 1907 es el más antiguo de la exposición) y Osram y la estadounidense Mazda (una marca de General Electric). También asoman las bujías germanas de Bosch, que ya se anunciaban en 1914. En cuanto a nombres propios, destaca el del francés Jacques Nathan-Garamond (1910-2001), cuyo estilo colorista y geométrico serviría para icónicas campañas de Mazda (arriba) o los televisores Telefunken. En la muestra también se incluyen los esfuerzos del gobierno estadounidense para promocionar la electricidad. Desta- ca una serie creada por Lester Beall (uno de los pioneros en mezclar ilustración y fotografía) para la Rural Electrification Administration, una iniciativa de la presidencia de Roosevelt para convencer a agricultores y granjeros de las ventajas de la nueva energía durante los años de la Gran Depresión. Texto: Rafael Bladé