LOS DIOSES DE LA CIUDAD
Protagonistas y secundarios en la vida religiosa menfita
Además de Ptah, su esposa y su hijo, tríada principal de divinidades, otros dioses tuvieron gran importancia en Menfis. Deidades como Anubis, el cánido protector de los muertos, Horus, hijo, heredero legítimo al trono y vengador de Osiris, o Bastet, la gata que custodia el ámbito doméstico, parecen haber sido muy populares, sobre todo durante el milenio a. C. Y desde época ptolemaica, destacó enormemente el dios grecoegipcio Serapis.
IPTAH Era un dios que se presentaba envuelto en el sudario de una momia, con la tez verde, sosteniendo un complejo bastón formado por los emblemas de la vida, la estabilidad y la autoridad, y tocado con un bonete azul. Era el patrón de los artesanos desde momentos muy tempranos, carácter del que parece derivar su faceta como dios creador. Bajo este aspecto, Ptah es un demiurgo que creó cada parte del cosmos y cada ser vivo al concebir el nombre de cada uno de ellos en su corazón, sede del pensamiento para los egipcios, y materializarlos mediante su pronunciación. En la imagen puede verse al dios en un fresco perteneciente a la dinastía XIX en el Valle de los Reyes.
SEJMET La esposa de Ptah era la diosa Sejmet, fiera defensora de Ra, el sol, lo que explica por qué era representada como una mujer con cabeza de leona. Responsable de buena parte de las enfermedades y pestes que azotan al ser humano, era asimismo la encargada de paliarlas y erradicarlas, lo que explica que fuera la patrona de los médicos.
NEFERTUM Ptah y Sejmet tenían un hijo, Nefertum. Éste era una deidad que personificaba el loto que al inicio de los tiempos emergió de las oscuras aguas que precedieron a todo lo creado, desde el cual, al abrirse, mostró desde su interior a Ra, el sol, con el primer amanecer, que separó la luz de las tinieblas y dio inicio a la creación del universo.
SOKAR El halcón que se desplaza en una barca montada sobre un trineo era el patrón de fundidores, orfebres y metalistas, y ayudante de Osiris en la regeneración de los difuntos.
HATHOR En Menfis presentaba su advocación como Señora del Sicómoro del Sur. Se mostraba como una vaca que asegura la fertilidad de los seres vivos, protege la maternidad y es garante de que no falten ni amor ni alegría.