LOS TOROS SAGRADOS
El Serapeum de Menfis y las tumbas de los toros Apis
Uno de los puntos más importantes de Menfis desde finales de la dinastía XVIII es el sepulcro de los toros Apis. Cada uno de estos bóvidos, que presentaba unos atributos corporales muy específicos, era considerado la encarnación viva de Ptah.
CON TODAS LAS COMODIDADES Cuando un ternero reunía las condiciones para ser candidato a toro Apis era enviado a Menfis, donde un grupo de sacerdotes daban su conformidad o lo rechazaban. En el primer caso, se trataba con mimo al ternero y su madre, pues, una vez convertido en toro, de él irradiaba la fecundidad para la regeneración de la naturaleza y la feliz sucesión de las estaciones. 664 a. C. y poco a poco gana dominio sobre todo Egipto, para lo que recurre a los ser vicios de infantería mercenaria procedentes de Grecia y Caria. Sabemos que estas tropas de elite son acantonadas en g ran número en Menf is, donde constituyen barrios propios: el de los helenomenfitas y el de los cariomenfitas. La ciudad, con ello, se abre todavía más al Mediterráneo. Los reyes de esta nueva dinastía, la XXVI, otorgan A su muerte, momento de duelo nacional, tanto el toro como su madre eran momificados, dotados de un sarcófago y ajuar y enterrados en unas galerías destinadas al efecto en Saqqara. Éstas fueron cobrando importancia. Se las dotó de avenidas rodeadas de esfinges, capillas, exvotos y un templo magnífico, de cuya fama se hacen eco numerosos autores grecorromanos. Gracias, en gran medida, a su testimonio, el francés Auguste F. Mariette descubrió y excavó el emplazamiento de este santuario en 1850, en lo que supuso el acta de fundación de la arqueología científica en Egipto. En la imagen, estatua del toro Apis procedente del Serapeum de Menfis, Baja Época (664-332 a. C.), Louvre. a Menfis una mayor estabilidad tras lustros de continuos vaivenes. El rey Apries construye un espectacular palacio en la urbe, que ve incrementada la importancia nacional de sus santuarios, sobre todo el recinto del toro Apis. La piedad de sus habitantes se vuelca especialmente en las variantes animales del culto, mediante las atenciones profesadas al toro Apis o la dedicación de exvotos en forma de momias del animal