GERDA, LA ARTISTA OLVIDADA
El interés por el cambio de sexo de Einar Wegener eclipsaría la obra pictórica y gráfica de su esposa
ARTE LÉSBICO
El pionero cambio de sexo de Einar inspiró la novela La chica danesa (2000), de David Ebershoff, que salta ahora al cine con el estreno de la película del mismo nombre. El asunto de la transexualidad eclipsaría el talento de Gerda, una pionera del feminismo en el arte. Además de triunfar con sus cuadros, trabajó de ilustradora para varias revistas de moda de Dinamarca y París, e hizo publicidad de maquillaje, medias y cremas. Su afán por retratar a mujeres independientes y libres del dominio de los hombres se refleja en una serie de ilustraciones pornográficas en las que chicas jóvenes disfrutan del sexo sin complejos. A algunas las vemos dándose placer en solitario o con otras compañeras en lo que se considera una rara muestra de arte lésbico. En estas escenas apenas aparecen hombres, y, cuando lo hacen, son ellas las que les usan como objetos y no al revés, como solía ser habitual.
EL DECLIVE FINAL
Cuando se divorció de Einar, a Gerda, las cosas empezaron a irle de mal en peor. Se casó con otro hombre, pero terminaron separándose. Además, su estilo Art Déco pasó de moda, su obra cayó en desgracia y las revistas dejaron de hacerle encargos. Arruinada, tuvo que volver a Copenhague, donde murió completamente sola.