Reina en un mundo patriarcal
Isabel la Católica en toda su excepcionalidad
Kirstin Downey, avezada periodista económica con formación histórica y con un Pulitzer en su haber, se inició como autora de libros recordando al mundo la existencia de Frances Perkins. Fue la primera mujer ministro que tuvo EE. UU., como secretaria de Trabajo de F. D. Roosevelt. Hoy, el segundo volumen de Downey, que es el primero publicado en español, es de nuevo una biografía de una gobernante férrea, pero mucho más conocida. Esto entrañaba el riesgo de aportar pocas novedades, dada la abundancia bibliográfica sobre la protagonista. Sin embargo, Isabel. La reina guerrera sortea a la perfección este escollo gracias a su enfoque.
la parte más humana
Una de sus bazas es el esfuerzo de contextualización realizado. La biografía incluso linda por momentos con el ensayo histórico en sus análisis de la segunda mitad del siglo xv. Estos planos panorámicos de España y Europa, explicados con claridad, atractivo y rigor, tienen un acertado contrapunto en la humanidad impresa a la monarca castellana, familia y allegados. Fruto de cinco años de investigación –que comprendieron numerosos archivos, viajes y el asesoramiento de expertos en ambas orillas del Atlántico–, Isabel abarca todos los hitos del caso. Examina, en capítulos más temáticos que cronológicos, la toma de Granada, la forja de la Inquisición, las expulsiones de judíos y musulmanes, la apuesta colombina, las tensiones con el papa Borgia o el duelo contra los otomanos en expansión. Pero también muestra a la princesita huérfana ninguneada por su hermanastro reinante y enseñada a tomar ejemplo de santas fuertes, la aficionada al arte y la propaganda que poseyó 370 tapices y encargó 47 cuadros sacros o la mujer casada con un hombre que, según Downey, no estaba a su altura como cabeza de familia ni de Estado. Luz favorable con sesgo feminista para Isabel la Católica en una interesante introducción a su época, su personalidad y su huella, tan controvertida como excepcional.