La cuba menos dulce
Una mirada social a la guerra hispano-cubana
El año 1898 ha quedado en la memoria colectiva como el del “desastre”, aunque los relatos nacionales que desde entonces han ayudado a difundir este calificativo, por lo general, suelen centrarse en las secuelas “patrióticas” de la contienda de 1895-98: la pérdida de las últimas colonias. Hay, sin embargo, otra vertiente más humana, la relacionada con los que Goya habría llamado “desastres” de la guerra, que no ha recibido la suficiente atención. Este libro se propone contribuir a subsanar esas carencias. Andreas Stucki, profesor de la Universidad de Berna, enriquece aquí la historia militar con nuevas miradas sobre los efectos de la guerra, que observa desde el punto de vista de la historia social y de la vida cotidiana. El resultado es un vívido e impresionante fresco de lo que le deparó el conflicto y la violencia a la población civil, atrapada con frecuencia entre los dos bandos.
campos de concentración
Hay un fenómeno clave que centra buena parte del interés del libro y cuyos efectos sociales permanecían, al decir del autor, “prácticamente inexplorados”. Se trata de la reconcentración forzosa y sus desastrosas consecuencias. Dicha estrategia militar, cuyos orígenes rastrea Stucki hasta la guerra de los Diez Años (1868-78), pretendía impedir que la población civil sirviese de apoyo a los insurgentes y guerrilleros, privándoles así de cualquier recurso.
La población rural fue reubicada en puntos específicos donde, desatendida por la falta de previsión y capacidad de las autoridades, vivió miserablemente, hacinada en condiciones insalubres. El hambre y las enfermedades, agravadas en la época de lluvias, causaron la muerte a decenas de miles de personas. Este historiador suizo ha trabajado con fuentes de los archivos de Cuba y España para ofrecernos un documentado estudio que no es “una historia más” de las guerras que terminaron con la pérdida de la colonia, sino de cómo las padecieron sus habitantes en las diferentes zonas de la isla.