Guerra de sentimientos
Oscuro drama pasional en la Guerra Civil
Como ya hizo en la premiada Pa negre (2010), el director Agustí Villaronga vuelve a adaptar en su última película una novela emblemática de las letras catalanas. En esta ocasión la elegida es Incerta glòria (1956), la obra más conocida y polémica de Joan Sales (fue mutilada por la censura franquista y no se publicó en su versión definitiva hasta 1971). Dada su complejidad y extensión, el director y guionista ha optado por centrarse en la parte más emocional de la novela, aquella que habla de los conflictos sentimentales y morales que se dan entre sus personajes.
en clave de wéstern
Ambientada en 1937 en la Guerra Civil, en el frente de Aragón, la película narra un triángulo amoroso entre dos amigos republicanos y la mujer de uno de ellos. Alrededor de estos tres personajes, envolviéndolos como si fuera el eco de la guerra, se desliza la misteriosa viuda de un terrateniente; una “mujer araña”, como la califican en la película, que irá tejiendo su tela hasta enredar en ella a sus víctimas. Al igual que en Pa negre, Villaronga utiliza el conflicto bélico y sus consecuencias como fondo dramático y estético donde desarrollar una oscura trama pasional, una batalla de sentimientos narrada en clave de cuento tenebroso y wéstern polvoriento. Incierta gloria trata aparentemente de la Guerra Civil, pero, como dice el propio director, “no hay ningún disparo; es como tratar una zona muerta”. La película está rodada en escenarios naturales aragoneses, como el desierto de los Monegros o las expresivas ruinas del pueblo antiguo de Belchite, mandado abandonar por Franco tras la contienda como recuerdo de su destrucción por parte del bando vencido.