Vicent Llobell, sento
sin la crisis, quizá no existiría Un médico novato. Pero leyendo Dr. Uriel es difícil creer que no planificó la trilogía.
Ha sido un trabajo de más de cuatro años a tiempo completo. Cuando, por la crisis, tuve menos encargos y me puse a pensar en hacer esta historia, no podía ni plantearme algo a tan largo plazo. No solo porque no tendría ingresos durante ese tiempo, sino también porque no sabía si interesaría. Planificarla en tres partes me ayudó a enfrentarme a este reto.
Un hombre de izquierdas en el bando equivocado. Un enfoque que huye del relato simplista de buenos contra malos.
Pablo tenía 22 años. Su madre había muerto cuando era muy pequeño y él era el menor de siete hermanos. Era un joven tranquilo, buena persona, buen estudiante, simpatizante de la FUE (Federación Universitaria Escolar). Acabada la carrera, debía hacer el servicio militar obligatorio. Pero en Zaragoza triunfa el golpe, y todos los jóvenes, sea cual sea su ideología, deben incorporarse al ejército de Franco. Era un buen hombre, arrastrado a luchar y, encima, en un bando equivocado.
solo un lector de no se fusila en domingo aprecia la originalidad de Vencedor y vencido. ¿Qué sintió cuando su esposa descubrió las cuartillas en las que se basa?
Fue estupendo. Cuando encontramos ese montón de folios amarillentos y vimos que era justo esa parte… Fue emocionantísimo, los devoramos. Daban muchos detalles, toda la información que necesitábamos para llevar a Pablo de vuelta a Zaragoza.
es un cómic para adultos, pero al dibujarlo pensaba en los jóvenes. ¿Por qué?
Hace unos años, las memorias de Pablo fueron una lectura recomendada en institutos de Aragón, y Elena era invitada a comentarlas con los alumnos. Vimos que se hacían un montón de preguntas y empezaban a interesarse por la historia en mayúsculas y por las pequeñas historias de sus abuelos y familiares. Las palabras que Pablo contó a sus hijos (que tenían entonces esas edades) pueden llegar a muchos más jóvenes contadas en imágenes.