Preveza, el Lepanto que salió mal
En 1538, tres decenios antes del triunfo cristiano sobre los turcos en Lepanto, los ya provectos Doria y Barbarroja se desafiaron en Preveza. Pese a lo superior de la flota hispánica, fue la armada otomana la que alcanzó la victoria.
Algunas décadas antes de Lepanto, el papa, Venecia y España unieron fuerzas contra el Imperio otomano. A diferencia de lo que sucedería en 1571, la flota aliada sufrió una derrota. Preveza fue el escenario del fracaso.
Alo largo del siglo xvi, Europa y el Imperio otomano se disputan el control del Mediterráneo. En la década de los años treinta, la Sublime Puerta, reforzada desde la caída de Constantinopla en 1453, trata de sacar el máximo partido a la rivalidad que enfrenta a los soberanos europeos. A las diferencias evidentes entre estados católicos y protestantes hay que añadir la inestabilidad política. En ese sentido, Francia, en constante tensión al verse rodeada por los Habsburgo de Austria, España y los Países Bajos, llega a ceder bases en su litoral a la armada otomana con el fin de hostigar a los españoles. Por su parte, Venecia y el resto de estados italianos, a pesar de ver seriamente comprometida su economía debido al acoso continuo de los corsarios berberiscos, mantienen sus pugnas históricas.
En su afán expansivo, el sultán Solimán, llamado el Magnífico, penetra en la Europa continental conquistando las tierras del Danubio hasta llegar a las puertas de la ciudad de Viena. Por otro lado, con Barbarroja, nombrado almirante de la flota turca, y el apoyo de corsarios berberiscos, logra dominar la costa sur del Mediterráneo y sus principales plazas: Trípoli, Túnez, Argel... Además, desde sus bases en Grecia, planea avanzar hasta Sicilia, la península italiana, Cerdeña y Córcega.
En ese contexto, el emperador Carlos V ve peligrar las posesiones de los Habsburgo en España, Italia y el Imperio. Asimismo, Venecia constata la amenaza que supone para sus rutas comerciales con Oriente la presencia de la flota otomana en sus aguas. Igualmente, los Estados Pontificios temen una eventual invasión turca que llegue hasta la capital de la cristiandad.
La Santa Liga
Así las cosas, el 8 de febrero de 1538, en Roma, con el objetivo de combatir a la armada turca, el papa Paulo III, Venecia y Carlos V firman una alianza conocida con el nombre de la Santa Liga. Dicha coalición estaría integrada por 200 galeras, además de otros navíos de transporte de tropas y de provisiones. El papado contribuiría con 36 galeras, y España y Venecia con 82 cada una. Al frente, con rango de capitán general, se coloca al reputado almirante genovés Andrea Doria.