P0PULAR MATRICIDIO
El cruel asesinato del que Nerón salió indemne.
AGRIPINA, LA MADRE
de Nerón, lo había colocado en el cargo de emperador tras múltiples desvelos. Pese a esto, y pese a que contaba con la lealtad de los pretorianos, Nerón (abajo) decidió asesinarla. La noticia de aquella muerte no tardó en extenderse por todo el Imperio, y Nerón no las tenía todas consigo respecto a la reacción del pueblo a su crimen. Pero la muchedumbre lo aclamó como si hubiera aniquilado al más peligroso de los enemigos.
NO OBSTANTE,
por lo que pudiera ocurrir, Nerón se aseguró la lealtad del pueblo tras su matricidio con un programa de espectáculos realmente colosal. La plebe contempló cosas nunca vistas: un caballero a lomos de un elefante avanzando sobre una cuerda floja, obras de teatro con efectos especiales que incluían llamas formidables, premios que iban desde joyas hasta bloques de pisos, pasando por el tradicional oro y animales salvajes...
AQUELLOS ESPECTÁCULOS
continuaron con un festival posterior en el que el propio Nerón debutaría cantando y tocando la lira. “¡Nuestro Apolo! ¡Nuestro Augusto!”, gritaba el pueblo tras la actuación de su emperador. “Nada nos lava el cerebro y nos esclaviza más que el resplandor del espectáculo”, se dice que comentó el filósofo Séneca en aquellos días.