JEIREDDÍN BARBARROJA
(C. 1478-1546)
Originario de Mitilene, en la isla de Lesbos, fue, sin duda, el pirata más temible del siglo xvi. Tras la muerte de Aruj, su hermano mayor, en 1518, Jeireddín, desde su base en Argel, se convirtió en un verdadero quebradero de cabeza para toda la cristiandad mediterránea.
VALIENTE, ASTUTO
y experimentado navegante, se puso al frente de los corsarios berberiscos del norte de África y, a partir del ejercicio del corso, llegó a tener el dominio de las principales plazas de Berbería, como Trípoli, Túnez, Argel, Orán o Tremecén, así como un gran poder sobre el comercio marítimo de la región. Superado por la creciente presión de las tropas de Carlos V para frenar su avance, Barbarroja llegó a un acuerdo con la Sublime Puerta para conservar sus conquistas. La ayuda de Estambul le permitió, por una parte, eludir la ofensiva hispana y, por otra, mantener el control del territorio, al contar con 2.000 jenízaros llegados desde Anatolia.
NOMBRADO
almirante de la armada otomana por el sultán Solimán, participó en innumerables batallas. Tras haber guerreado por todo el Mediterráneo durante décadas, el legendario Barbarroja falleció en Estambul, con alrededor de setenta años, rico y respetado.