LA NORMATIVA ANTIFASCISTA
El miedo británico a una quinta columna.
EL INICIO DE
la Segunda Guerra Mundial fue la crónica de una contienda anunciada. Como era evidente que las hostilidades estallarían antes o después, la Cámara de los Comunes británica aprobó en 1939 una ley de emergencia que recortaba las libertades civiles. Al año siguiente, estas restricciones se ampliaron en una normativa conocida como 18B, por la que una persona podía ser encarcelada sin juicio previo en caso de que mostrara afinidad por el enemigo.
EN AQUELLOS MOMENTOS,
un simpatizante del fascismo, Vidkun Quisling, había llegado al poder en Noruega. Era una figura muy similar a la del líder de la Unión Británica de Fascistas, Oswald Mosley (abajo, con su primera esposa). Por eso, no parecía irrazonable suponer que un golpe de la extrema derecha derrocara al gobierno británico. Como era de esperar, Mosley no tardó en ser apresado.
EN 1940 LLEGARON
a contarse alrededor de un millar de detenidos. Pero después de la batalla de Inglaterra la amenaza nazi dejó de ser tan acuciante. Eso hizo posible que el número de internados disminuyera progresivamente hasta que la 18B dejó de aplicarse en 1945.