CARTA DEL MES
Aníbal (hyv 603) amenazó seriamente a Roma. Si esta se salvó fue por su voluntad de resistir costara lo que costara. Su confianza en la victoria era tan grande que no repatrió tropas de provincias para defenderse. Ni siquiera tras un desastre tan formidable como la batalla de Cannas [a la dcha.] en 216 a. C. Esa determinación de luchar hasta el fin disuadió a los cartagineses de lanzarse contra la capital del Tíber. Eso y carecer de equipo militar suficiente. Pablo Jiménez